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Escritor y docente. Bachiller en Literatura de la UNMSM. Publicó junto a Cristhian Gonzáles el poemario a cuatro manos «Astrolabio» (2018), primer libro de la(…)
La labor del poeta no debe limitarse a la creación, publicación y difusión de su obra, física o impresa. El poeta, como todo artista, tiene una tarea mayor: cuestionarse, aunque se exponga a la autoflagelación, sobre el porvenir del género en el que se desarrolla, su perspectiva crítica y la influencia que ejerce en su medio. Este poemario no es la excepción a la regla.
El presente trabajo aborda temas fundamentales para los niños como la exploración de la literatura a través del juego. Cada acróstico, fábula, canción y demás formas poéticas, buscan hacerse de un espacio en la poesía infantil contemporánea. Y creemos, sin duda alguna, que lo va a lograr.
Ya sea por la profundidad inherente del verso, o la escaza producción poética dirigida en específico a los niños, la poesía infantil es un ser vivo que se esmera por caminar entre este tumultuoso y atropellado mundo literario.
Invitamos a todos los lectores, sin importar edad, a explorar este libro con el corazón abierto.
–Papá, antes de acostarme siempre te veo,
a veces parece que estuvieras en tu recreo
pero por momentos estás perplejo.
Dime, ¿por qué escribes por la noche?
–Porque hay silencio y paz en derroche,
sigue, pregunta todo lo que tu corazón dicta.
–¿Papá, para escribir qué más se necesita?
–Que la inspiración hoy nos dé cita.
–¿Y para qué sirve eso, papito?
–Para que las palabras suenen muy bonito
–¿Y para qué más?
–Ya verás, mi niño, lo que vamos a crear,
cuando mi corazón oye tus risas
desembarcan historias en su mar.
La curiosidad te hará libre, mi niño,
las respuestas nunca te las voy a negar.
–Navego por el mar de historias de papá
las escucho cada tarde del mes que acaba ya
pero no me desampares ni al soñar ni al despertar.
–Aquí guardo tu sueño, niño ojos de estrella.
La noche cubre el cielo, llega tu hora de descansar.
Partiremos después del almuerzo, cuando
Abiertas las alas del libro, sea el
Tiempo de embarcarnos.
Imagina que sobre su lomo
Oí que podemos jugar a resbalar.
Delicada es la caricia de sus hojas, pero
En ellas vi una manada de elefantes colgar.
Jamás oí una voz más inocente
Una historia de fieras relatar, y pensar que el libro
Estaba tan callado y solitario que
Gordas gota de tinta iba a soltar
Olvidado en el estante lo hallé aquella tarde, y me dije:
Sabe también la tele, historias en mi mente dibujar?