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Poesía: «Remolinos Nocturnos» por César Daniel García

César Daniel García

Lima, 1991

Vive en el distrito de San Martín de Porres, aunque nació en Jesús María. Poemas suyos han sido publicados en varias antologías de la Sociedad(…)

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«Dulce la mujer al olfato del hombre, y dulce a las garras del espíritu»
-Saint-John Perse.

A la luz de la noche y la plena memoria,
Flotando sin capa ni alas sobre las fauces de incontables precipicios,
Resistiéndome al instante de ser una nube lloviendo
Sobre las ruinas y desperdicios de mi carne,
Aún pienso en ti,
Aún pienso en ti, Relámpago de otros labios,
O sencillamente: Valquiria de alguna irrisoria mitología:
Sí,
Yo pienso en ti:
Pienso en ti
Como en aquel ocaso que no he vuelto a ver:
Bello y rosa
Como todo lo que me es ajeno durante el día
Y solo pertenece a ti,
Por ahora,
Por este latido
Que no alcanza a nublar todos tus sentidos,
Pero entre ellos cincela caminos,
Porque sabes, inconscientemente, que existe
Como perfume de esperanzas sobre mis vaivenes:
Porque se agita
Como suspiros de la naturaleza en cada uno de tus rizos;
Pienso en ti
Y recorro aquel arcoíris de tus mejillas,
Que es distante, pero no extraño,
Sino claro, dulce como un colibrí;
Sí,
Yo pienso en ti
Y en cada átomo que te hace un hada cien veces inmaculada,
Y soy un Remolino de azares
Que hierve, que es profanado
Por las navajas de la agradable y necesaria agonía
Desde toda distancia,
Desde todo instinto,
Inmerso en la fuga que emerge cuando me llamas
Con el color y deseo de tus más negras flamas:
Yo pienso en ti
Desde el sortilegio y el paraíso causado por tus esferas azules,
Porque cantas y bendices
A quien oprime, poéticamente, la pendiente de tus costillas:
Oh, Mazmorra donde encadenar al Príncipe Prometido,
Yo pienso en ti,
Atraído por aquellos sinuosos espejismos,
Porque Yo soy: Yo soy desindigno:
Yo pienso en ti
Y abordo lo inarbordable
Y surco, caminando, los infinitos mares,
Yo pienso en ti, sí, y percibo lo inmarcesible en cada fugaz invocación.

(Luminosidad para tus clandestinas Venas)

Lectura del poema Remolinos Nocturnos: