En la actualidad, la producción literaria de Borges constituye un gran legado clásico en Argentina que representa a toda una generación por su rigor impuesto en sus escritos, siendo un prototipo unánime con trascendencia internacional que integra una postura revolucionaria y reaccionaria, empleando un lenguaje culto como popular, asimismo, articula lo antiguo con lo moderno. Cabe mencionar que, su obra conforma un medio transmisor de elementos propios de la metafísica y abstracción, además de un espécimen para el resto de escritores nacionales, pues el estilo Borgeano propicia de una serie de soluciones ante diferentes problemas, misterios, inquietudes por el futuro, entre otras temáticas a plasmarse en escritos de literatos argentinos.
Por tanto, se erige como insigne escritor clásico contemporáneo de la literatura hispanoamericana con reconocimiento a nivel mundial, que manifestó en su acervo literario una inclinación por elementos oriundos de su patria junto a ideales de revolución vanguardista. Asimismo, su poesía se caracteriza por exponer un legado denotado de pensamientos, los cuales, se reflejan en profundos sentimientos de una realidad onírica consciente o inconsciente, no obstante, se centra en manifestar una herramienta que induce a pensar, reflexionar e indagar en relación con el aspecto emotivo, pues se avoca en el desarrollo de análisis y raciocinio. Por tanto, los escritores que adoptan esta modalidad corresponden a Raúl Gustavo Aguirre, Joaquín Giannuzzi, Alfredo Veiravé, Jorge Calvetti, Alberto Girri, Horacio Castillo, Roberto Juarroz, Mario Trejo, entre otros poetas (Real Academia Española, 2019).
En ese sentido, la poesía de Borges se caracterizó por plasmar un hito notable en Argentina, pues se enfocó en impulsar el pensar, averiguar, cuestionar, analizar, entre otros aspectos fundamentales en el desarrollo intelectual, por tanto, su temática se desligó de los componentes emotivos expuestos con mayor predominio en el género lírico, a fin de ocasionar inquietudes como diferentes ideologías.
Cabe mencionar que, las obras poéticas de Borges se denotan por expresar una gama de peculiaridades conformes a fines estéticos, procurando orientarse a intereses manifestados en el escrito, así como, a las expectativas de la demanda objetivo, con el fin de transmitir a través de una creación sofisticada un conjunto de emociones emanadas del mismo ser. Por otro lado, resalta la injerencia de la temática en el arte de escribir, siendo más relevante en relación a las figuras literarias empleadas en la poesía como metáforas, ritmos, hipérbaton, entre otros distractores, pues impera la pasión y el dominio del tópico seleccionado (Castellanos, 2014).
En tanto, el estilo poético de Borges indica la disconformidad con la forma de escribir artificiosa por constituir una equivocación que expone un problema moral, impidiendo generar en el lector sentimientos de admiración, por ende, determina que la idoneidad de la obra poética se denota por su concordancia con los fines estéticos, cumplimiento con el objetivo propuesto, además de la demanda establecida. De este modo, exige una profunda atención del lector para conseguir comprender el escrito de forma global.
Por otro lado, sus escritos en prosa enmarcados a ciencia ficción se denotaron por ser precisos con una admirable brevedad en sus primeras publicaciones en Destiempo como RMS, no registrándose diferencias significativas con los matices expresadas en la poesía, pues Borges concebía al lenguaje como una creación estética que brindan al lector un escenario activo y vivaz en concordancia con la historia desarrollada en aras de impulsar su intervención hasta el final de su análisis (Real Academia Española, 2019).
Respecto a su involucramiento en el género policial, Borges es un continuador de la categoría creada por la obra literaria de Poe, mostrando una gama de matices particulares producto de la evolución generada en el transcurso de los periodos, es decir, el lector contemporáneo muestra una óptica diferente a lo anterior, por ende, los misterios, los desenlaces de historias que narran escenas macabras, los hechos terroríficos, así como, el suspenso carecen de atractivo cuando se conoce la solución a otorgarse, lo cual, se expone en su relato titulado Pierre Menard, autor del Quijote; La muerte y la brújula, entre otros (Cortínez, 1995).
De esta manera, el público objetivo actual se caracteriza acceder a información con facilidad a diferencia de sus antecesores por el dinamismo de los avances tecnológicos, aspecto que propicia el surgimiento de un metalector diestro respecto a la trama o secuencia de hechos en diferentes escenas desarrolladas por el género policial. Por tanto, Borges pretendió en su obra detectivesca dilucidar una serie de hechos de forma sofisticada que ocasiona en el lector confusión, impidiendo la explicación a detalle de la suscitación de crímenes descritos, pues el narrador del relato junto con la intervención de algunos personajes otorga una mayor complejidad al cuento enmarcado en este género, cuya orientación se dirige especialmente a literatos, expertos en filosofía e intelectuales.
Respecto a los matices evidenciados en el género ensayo desarrollado por Borges, se muestra originalidad por la fusión de elementos como el ficcional y no ficcional, la articulación de la creación con la crítica, aspectos que confieren un enfoque renovador al escrito, registrándose en Ficciones e Inquisiciones, asimismo, plasmó una serie de dictámenes respecto a la relación de la literatura periférica con la central, además de conseguir establecer una nueva estructura jerárquica en diversos géneros literarios (Weinberg, 2016).
Las apreciaciones concedidas por Borges respecto a literatura universal como a la historia mundial, se exponen en diferentes obras de género narrativo, destacando su antología de cuentos Historia universal de la infamia, El pudor de la historia, entre otros, cuya temática manifiesta su postura escéptica antes determinadas confirmaciones dadas por otros literatos, pues su crítica se enfoca en asegurar la discrecionalidad acerca de periodos de suscitación de determinados acontecimientos históricos en el campo de las letras. Por otro lado, manifiesta su oposición a focalizarse en temas únicamente nacionales en la producción literaria, pues en la conferencia titulada El escritor argentino y la tradición resaltó las capacidades de los individuos sudamericanos para emplear matices europeas o universales en el desarrollo de sus escritos (Balderston, 2017).
Por ende, Borges constituye una excelsa figura en el mundo literario con peculiar estilo literario, así como, la adopción de una postura contrapuesta a lo precisado en la literatura mundial, pues su pensamiento escéptico en este ámbito converge en el desarrollo un análisis minucioso de sus obras para comprender su filosofía, además de su apreciación respecto a diferentes ciencias, lo cual, manifiesta su disfrute por la lectura de obras complejas caracterizadas por infundir desconfianza, recreación de universos imaginarios, picardía, entre otros.
Finalmente, el estilo borgeano se denota por una eleva sofisticación que articula temáticas de ficción con matices no ficcionales e inéditas que otorgaron genialidad a sus obras, asimismo, transmite en el lector sensaciones de suspenso ante hechos concebidos como incrédulos que conlleva a analizar su postura escéptica manifestada en demasía en sus escritos de complejas operaciones literarias, implantando sus propios estándares, reglas, formas de leer, entre otros aspectos que convergieron en novedosos modos de escribir, los cuales, confirman su disconformidad con el ámbito literario convencional.