Envíos a Lima/Provincia desde S/.8

Métodos de pago

Ensayo: «El impacto de la obra literaria de Howard Phillips Lovecraft en el arte cinematográfico» por José Antonio Samamé

no encontramos autor

La obra de Lovecraft se caracteriza por propugnar un estilo literario peculiar con matices terroríficas y sobrenaturales que resaltan por su calidad de innovación, lo cual, se evidencia mediante la creación de libros malditos, viscosas criaturas, ubicaciones imaginarias, rezos, conjuros e innovaciones que confieren realismo a la narración de diversas historias entretejidas. Por tanto, la diferencia más notable del estilo del padre del horror cósmico con otros autores literarios que efectuaron creaciones mitológicas, radica en ocasionar confusión o pugna en el pensamiento del lector respecto a la ficción y realidad por encima del tema monetario y fama individual, por ello, incentivó a sus amigos conformantes del Círculo Lovecraft en conjunto con escritores posteriores a proseguir la redacción de historias relacionadas a los personajes inventados por su persona para mantener la continuidad de las sagas desarrolladas (Vallejo, 2012). Cabe mencionar que, la producción literaria del escritor de Providence consiguió un gran número de adeptos por el estrecho vínculo con la realidad que plasman una gama de historias secuenciales, cuya transcendencia ha permitido su incursión en diferentes ámbitos como la música, cine, cómic, entre otras manifestaciones artísticas. Por otro lado, la obra del escritor norteamericano nunca destacó por la calidad expuesta en sus relatos, pues acorde con la postura de analistas su acervo literario carece de descripciones significativas de los lugares de acciones cruciales como de los protagonistas de la historia narrada, limitándose en añadir en demasía adjetivos de forma concatenada.

Un factor fundamental en la obra lovecraftiana fue relatar una serie de hechos ficticios de notable credibilidad que ocasionan sensaciones de horror, es decir, la intervención de seres monstruosos junto con objetos mágicos, libros malditos, símbolos, conjuros, mitos espantosos e invocaciones crípticas en lugares imaginarios localizados en Estados Unidades, cuya población se caracteriza por mostrar un pensamiento macabro aunado a acciones abominables, por tanto, constituyen elementos peculiares de sus relatos que avivan el interés de terceros por continuar el desarrollo de la historia creada, lo cual, se manifiesta hasta la actualidad en aras de enriquecer su escrito con participación de otros escritores con componentes semejantes al instaurados por el padre del horror cosmogónico.

En los mitos de Cthulhu se evidencia la experiencia numinosa por el registro de amenazas representadas por seres sobrenaturales superiores al propio hombre, cuya capacidad es suficiente para destruir por completo la vida de los terrícolas, lo cual, traslada el pensamiento del lector a un mundo ficticio convincente (Sánchez, 2013).

Desde la perspectiva de Lovecraft, la inclusión de matices fantásticas en la literatura confiere en el lector una serie de sensaciones vinculadas al miedo de forma particular en relación a sus experiencias e idiosincrasia. Por tanto, se cataloga a su obra como un arte literario de horror que direcciona lo fantástico a lo maravilloso, siendo este último orientado a lo científico. En ese sentido, es preciso mencionar su relato corto titulado The Hound que difiere de otros por nombrar el libro antiguo grimorios enfocado en la descripción de fórmulas mágicas empleadas por hechiceros de la época medieval, es decir, expone una gama de hechos abominables que reflejan maldad, terror, pánico y demencia, elementos propios de su estilo (Ardilla, 2009).

Acorde con Llopis (1969), la producción mitológica de Lovecraft manifiesta una pugna de los dioses primordiales contra sus creadores que habitaban el planeta periodos antes del auge de la era de los dinosaurios. La guerra entre las deidades fue ganada por los dioses Arquetípicos o primeros pobladores de la tierra que lograron expulsar a varios y recluir a otros primordiales como el temido Cthulhu, quien es mantenido en un estado letárgico en las profundidades del mar tenebroso pertenecientes a la ciudad de R’ lyeh. No obstante, en el mundo terrestre se alojó la hueste de los primordiales que continuamente genera enfrentamientos para conceder dominio y poder a sus dioses.

La finalidad de Lovecraft en la obra Los Mitos de Cthulhu concierne a construir un nuevo subgénero literario como es el horror cósmico, fundamentándose en una gama de explicaciones acerca de la presencia de seres superiores con una naturaleza ignota que gobernaron la tierra en tiempos muy remotos, lo cual, propició crear una mitología original enmarcada en la inclusión de personajes irreales e indefinidos, grimorios vetados, portales mágicos, razas humanoides, cultos macabros, conjuros soterrados, entre otros elementos oscuros provenientes de los dioses del Necronomicón que coayudarán a conferirles su reinado en el planeta, por tanto, su manifestación refleja el horror en la narrativa de la obra en análisis.

Para representar de forma íntegra el universo literario de Lovecraft amerita emplear otras técnicas no tradicionales de lenguaje como el collage para intepretar su pensamiento y propósito que refleja su genialidad desde un punto de vista particular, pues cada lector confiere un análisis en relación a sus propios temores, miedos experimentados en su vida cotidiana. Acorde a lo anterior, el escritor de Providence en su ensayo Supernatural Horror in Literature manifiesta una metodología de análisis apropiada para el subgénero denominado horror literario que realza la importancia de la persisitencia de un escenario de miedo durante el transcurso del relato, constituyendo elemento diferenciador respecto a obras enfocadas a dilucidar hechos macabros, maléficos y sangrientos de forma superficial en un determiando momento de la historia, por ende, difiere de otras manifestaciones literarias por originar una atmósfera soterrada que captura la atención del sujeto generando una sinfín de emociones como la ansiedad, el temor, el pánico a un mundo desconocido caracterizado por una confrontación maligna de las fuerzas de la naturaleza que imperan la tierra.

De esta forma, se cataloga la obra de Lovecraft como un baluarte literario que expresa en diferentes relatos un elemento denominado innominable por representar el horror ocasionado por la aversión a lo desconocido o existencia de un universo con predominio de seres abominables que amenazan la continuidad de la raza humana, engengrando un escenario fenomenal, atractivo y aterrador con ciertas particularidades acorde con las perspectivas de cada lector. De esta forma, la presentación del horror surge en primera instancia por el temor ante un escenario desconocido que conlleva a efectuar una representación irreal de la finalidad del mencionado componente subjetivo en el historia, pues su estilo se destaca por ocasionar en el lector una experiencia única que atrae o disgusta la continuidad del análisis del escrito, sin embargo, es imposible desistir de su comprensión en general.

Respecto a los personajes construidos por Lovecraft en sus escritos, se evidencia un predominio por seres fantásticos, sobrenaturales con una fisonomía deforme que integra rasgos humanos con particularidades de animales acuáticos, lo cual, convergió en una cultura proveedora de una producción mitológica consistente, así como, teorías científicas coherentes en la creación de personajes que manifiestan un trasfondo de carácter psicológico, social y cultural, cuya inventiva literaria se concretó en cómics, cine, entre otras manifestaciones objetivas con notable transcendencia en el siglo XXI (Cuéllar, 2018).

Cabe mencionar que, Lovecraft nunca manifestó gran inclinación por su obra literaria pese a publicarse en diferentes revistas populares como Weird Tales, no obstante, varios escritos de matices fantásticas con el transcurrir del tiempo han adquirido relevancia suficiente para otorgarle un renombre excepcional, producto de la actividad difusora de admiradores como los fundadores de la editorial Arkham House, August Derleth y Donald Wandrei. En la actualidad, la obra lovecraftiana es considerada dentro de la literatura de terror por el ciclo de relatos organizados por Derleth y otros respecto a los Mitos de Cthulhu, pues constituye una cosmogonía con mayor influencia en la literatura fantástica que relatan la invasión de los Primordiales o Primigenios a la realidad terrestre desde un universo suprarreal, desarticulando las leyes de la naturaleza concebidas inmutables, es decir, recrea un mundo ficcional, impreciso e indenifido que genera una serie de inquietudes sin respuesta, lo cual, induce a propiciar nuevas aportaciones originales, orientando su incursión en otros ámbitos culturales (Peregrina, 2016).

Por tanto, la mayoría de cineastas, diseñadores, escultores, pintores o escritores que han optado por realizar labores con temática vinculada con el terror, el miedo y pánico tienden por analizar de forma consistente la obra lovecraftiana, siendo sus creaciones artísticas producto de la influencia del estilo mostrado por el escritor de Providence. No obstante, la popularidad de la producción literaria de Lovecraft ha provocado que se desvirtue su esencia, imposibilitando conocer el verdadero sentido o mensaje de sus textos desde una perspectiva personal.

A partir de los años sesenta los relatos de Lovecraft empezaron a adaptarse en el cine, de forma similar como lo realizado por Roger Corman en las diversas obras de Poe, no obstante, los resultados no denotan aciertos o semejanza con la obra lovecraftiana, siendo catalogados con denominación de cine de serie B por manifestar una atmósfera lejana del universo misterioso, enigmático, exótico y críptico del escritor de Providence, es decir, el producto conforma una mezcla de elementos de una cultura colectiva que solamente incluyen componentes básicos de sus mitos (Hernández de la Fuente, 2005). Por ende, las adaptaciones efectuadas de los relatos del padre del horror cósmico se distancian del subgénero horror cósmico expuesto en cada obra, inclinándose por manifestar un estilo y temática diferente a lo plasmado en los textos originales, confiriendo protagonismo a cabalidad del monstruo como lo muestra El innombrable (1988) de Ouellette, asimismo, Stuart Gordon en su película de terror titulada Re animator (1985) articula el estilo sobrio de Lovecraft con elementos humorísticos, además, la creación fílmica Infinitamente Endemoniado de Courtney Joyner se enfoca en resaltar aspectos que vinculan lo extraordinario con lo sobrenatural tendiendo preferencia por lo visceral hasta provocar sensaciones de repugnancia y pánico en el público.

Es preciso, mencionar que algunas películas cinematográficas pertenecientes al mediometraje de Andrew Leman y Sean Branney como The Call of Cthulhu (2005) y The Whisperer in Darkness (2011) respectivamente, constituyen producciones respaldadas por Lovecraft Historical Society, las cuales, manifiestan fidelidad, inclinación y respeto por los relatos originales, sin embargo, conforman nuevos productos culturales por el empleo de recursos peculiares de la cinematografía (Peregrina, 2016). Por otro lado, los directores adoptan cierto estilo del creador del horror cósmico mediante la elección de tonalidades negras y blancas en la ambientación de escenas, mostrando cautela en la secuencia como puesta en marcha de cada escena. De esta manera, la producción cinematográfica The Call of Cthulhu expone en diferentes detalles desde las estatuillas, libros acerca de Atlántida que leen los personajes, entre otros elementos que recrean un mundo caracterizado por lo críptico, arcano, exótico y esotérico del Maestro de Providence (Palacios, 2008)

Cabe resaltar que, las adaptaciones cinematográficas efectuadas de forma indirecta del terror lovecraftiano han conseguido mayor éxito dentro de las esferas del cine, en contraste, con las producciones desarrolladas de manera directa, lo cual, ocasiona la generación de cuestionamientos producto de la dificultad de trasladar su obra al ámbito mencionado, pues se caracteriza por emplear una escritura barroca con abundantes explicaciones del análisis del pensamiento de los protagonistas de la historia que disminuye el enfoque en la acción, otorgando un ritmo peculiar a la narrativa, cuyas sensaciones generadas aturden su imaginación y convicción del lector.

En otras palabras, el exceso de epítetos o adjetivos en las descripciones de sucesos abominables que pretenden sembrar el horror dificultan su adaptación a plenitud en el ámbito cinematográfico, pues Lovecraft en su obra se enfoca en dilucidar a detalle el ambiente apropiado para el desarrollo del evento sobrenatural con fundamento en el pensamiento científico, transmitiendo terror por medio de las emociones de los personajes ante la necesidad de encontrar una solución a un laberinto cosmogómico sin salida (González, 2013).

Acorde con lo anterior, las narracciones de Lovecraft se caracterizan por redactarse en primera persona como una forma de otorgar énfasis a los acontecimientos abominables que le suceden a otro protagonista, empleando un lenguaje refinado (inglés arcaico) que muestre el profesionalismo de los protagonistas de la historia, asimismo, en sus relatos no figuran personajes femeninos ni se inclinan por exponer temáticas relacionadas al dinero y lujuria. Cabe mencionar que, en sus escritos se evidencia ausencia de diálogos por la intervención del narrador como un personaje en la historia que actúa, piensa y concede opiniones del desenvolvimiento del resto de partícipes, cuyo estilo es peculiar de la literatura contempóranea, la cual, se orienta por la narración homodiegética que propaga el horror mediante la permanencia del misterio hasta el final del relato, asimismo, muestra preferencia por personajes masculinos con un comportamiento tendiente a la locura, fatalidad o suicidio producto de la ocurrencia de un hecho sobrenatural significativo en su vida. En contraste, el cine se enfoca en mantener el público entretenido por medio de la presentación de acciones intrépidas con un ritmo veloz, exponiendo imágenes simultáneas de la actualidad en tercera persona sin extender en demasía espacios dedicados a reflexiones propias del protagonista que causan el horror introspectivo creado por el padre del horror cósmico,  dirigiéndose a una audiencia de enormes masas no centrándose unicamente en un segmento como lo expone la obra lovecraftiana focalizada en ocasionar reflexión.

En ese sentido, la influencia de la producción literaria de Lovecraft, especialmente de los mitos de Cthulhu ha propiciado su transcendencia en otros ámbitos culturales como el cine pese a la difusa prosa sobrecargada en exceso de descripciones, escasa de participación de personajes y ritmo lento expuesto en sus obras, lo cual, constituye un reto asumido para cualquier director que elija adaptar sus obras. En el caso del cine español, este trabajo fue desarrollado por José Luis Alemán en un díptico fílimico titulado La herencia Valdemar (2010)y La sombra prohibida (2011), por ende, se amerita analizar las similitudes como diferencias de mencionadas películas con los escritos de Lovecraft para determinar el extracto de la obra del padre del horror cósmico que mantiene su esencia durante el transvase cultural realizado.

En el díptico La herencia Valdemar se efectuó una adaptación libre del libro Mitos de Cthulhu, la cual, muestra una total divergencia del texto original por relatar una serie de pugnas entre el bien y el mal con un desenlace feliz en un ambiente que apuesta por el retrofuturismo, asimismo, manifiesta hechos como el matrimonio de Valdemar, entre otros sucesos propios del modernismo (Sánchez, 2000). Acorde con lo anterior, se relega el estilo lovecraftiano pues en las diferentes adaptaciones de su obra al ámbito cinematográfico se aprecian seres primigenios extraterrestres prescindiendo de la participación de demonios o espíritus mostrados en la película desarrollada por José Luis Alemán en aras de satisfacer los gustos del espectador con preferencia por lo fantástico, es decir, se centra revivir la obra del creador del horror cosmogónico en base a una ideología popular sembrada en una época determinada que permita captar la atención de las masas, no obstante, descuida la exposición de un trama ligado a una interpretación profunda de la obra literaria.

En conclusión, el factor más importante en los relatos fantásticos de Lovecraft fue la ambientación o descripción de la atmósfera de suscitación de los hechos narrados antes que lograr una secuencia perfecta del trama, a fin de generar una determinada sensación en el público. Por otro lado, su obra se enmarca en la literatura fantástica por dilucidar historias convincentes que transmiten credibilidad en el lector, aspecto que se consigue tratando una temática con enfoque realista a excepción del momento de abordar un hecho de naturaleza sobrenatural pues este debe generar una impresión significativa y construcción de emociones. Sin embargo, estos elementos desarrollados en la obra lovecraftiana no se registran en algunas producciones cinematográficas porque el acontecimiento sobrenatural tiende a desligarse complemente de un escenario realista, siendo su impacto e irrupción menor al efecto fantástico que empleaba el creador del horror cósmico al describir la atmósfera de Nueva Inglaterra, por ende, rompen con la ley fundamental del género fantástico por diferir de articular la necesidad del espectador de interpretar el universo narrativo con el suyo, lo cual, implica alejarse de actualizar de forma continua las formas de comunicar emociones en especial el miedo.

REFERENCIAS

Ardilla, M. (2009). El horror cósmico de H.P. Lovecraft: Una corriente estética en la literatura de horror contemporánea. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana. Obtenido de https://www.javeriana.edu.co/biblos/tesis/csociales/tesis29.pdf

Cuéllar, C. (2018). Lovecraft y sus seres pisciformes. Revista de estudios culturales sobre el movimiento gótico, 27-43.

González, F. (2013). La ficción científica. Género. poética y sus relaciones con la literatura oral tradicional. El papel de H.P. Lovecraft como mediador . Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

Hernández de la Fuente, D. (2005). Lovecraft, una mitología. Madrid: ELR ediciones.

Llopis, R. (1969). Los mitos de Cthulhu: H.P. Lovecraft y otros. Madrid: Narraciones de horror cósmico. Obtenido de http://www.edu.xunta.gal/centros/iesaugadalaxe/aulavirtual2/file.php/61/Los_mitos_de_Cthulhu_HP_Lovecraft_.pdf

Palacios, J. (2008). Lenguas muertas. Sobre «The Call of Cthulhu» de Andrew. Cuadernos del abismo, 197 – 199.

Peregrina, M. (2016). De Lovecraft a Alemán: Una adaptación cinematográfica de los mitos de Cthlhu. Revista científica de cine y fotografía, 233 – 253.

Sánchez, J. (2000). De la literatura al cine: teoría y análisis de la adaptación. Barcelona: Paidós.

Sánchez, R. (2013). Tradición y transnacionalidad en el tratamiento de lo fantástico en LA SAGA REC de Jaume balagueró y Paco Plaza. Revista de investigación sobre lo fantástico , 285 – 307.

Vallejo, A. (2012). Los mitos de Lovecraft. Dialnet, 151 – 160.